¿Te acuerdas de cuándo te contaron este juego de palabras por primera vez? Nuestros voluntarios de Soñar Despierto tienen la suerte de ver a menudo estas primeras reacciones de los pequeños cuando aún no dominan la lengua pero ya se manejan y saben deletrear… Entonces, se paran, lo piensan y, de repente, algo hace click y sus ojos se iluminan acompañados de una sonrisa.

Cuando pasan los años, por suerte, ¡nada cambia!
En el programa de voluntariado familiar, vemos cómo adultos se emocionan en cada actividad con el/la niño/a del centro de menores. Pero aún hay más, cuando esta relación se vuelve más intensa y los niños acaban pasando temporadas de verano o Navidad con la familia del voluntariado, ¡el brillo de los ojos es inmenso!

En verano, la familia de Africamp se ilusiona cada año organizando el campamento. En estos días, sus ojos y sonrisas son un reflejo del enorme amor por su hija.

Cuando lanzamos SD Challenges a través de Instagram, aunque no vemos vuestras sonrisas, las sentimos y ¡las replicamos con cada reto conseguido!

Otra muestra que vemos a diario, es la ilusión del voluntario al recoger al niño del colegio. Y, ¡la sonrisa recíproca ya es brutal!

Todos ellos son un ejemplo de las muchas veces que se nos iluminan los ojos a lo largo de nuestra vida,como en esas primeras veces, la ilusión, los nervios en la tripa… En Soñar Despierto, somos muy afortunados al poder disfrutar de cerca de estas reacciones, ¡vivimos en un San Valentín perpetuo! porque el motor de todo lo que conseguimos en la fundación está en cada uno de los que participamos, está en nuestro corazón.

Y, es que, hay muchos tipos de amores pero lo que sí está claro es que el amor está en todas partes.

¡Feliz día de los enamorados!