Hace casi ocho años todo cambió para una familia que veranea en un pequeño pueblo de Cáceres. Tan sólo 2.000 habitantes hacen de este lugar un paraíso idílico para quienes lo visitan. Sus calles, su plaza, la naturaleza que lo rodea, pero, sobre todo, su gente es especial. Y entre ellos se encuentra una familia cuyo corazón representa la bondad de un pueblo tan singular.

Corría el otoño de 2012 cuando un inesperado accidente acabó de la forma más terrible que unos padres pueden esperar. Su hija sufrió un accidente que truncó sus planes para siempre. La familia, rota de dolor, tomó la valiente decisión de contar con su presencia de maneras diferentes. Cada año, por su cumpleaños, organizan una fiesta benéfica con la que recuerdan los mejores momentos de África, una chica feliz, generosa, a quien le encantaban las fiestas y que adoraba estar rodeada de niños. ¡Si pudiera ver lo que organiza su familia cada año estaría orgullosísima!

¡Y esto es sólo el principio!

Tras la organización del evento más emotivo del año, la familia hace recuento de todos los beneficios obtenidos para donarlos a la Fundación Soñar Despierto con el fin de organizar un campamento de verano diferente. La familia, consciente de las dificultades que entraña perder a un ser querido, desea que los menores que, por diversos motivos, han tenido que ser separados de sus familias, disfruten de unos días de ensueño.

Y para ello, crearon AFRICAMP, los 10 mejores días del año.

Además de organizar una fiesta para recaudar fondos, de donar los beneficios, de aportar su idea para organizar un campamento de verano, también ceden su finca para la celebración del mismo. ¡La Familia de Africamp es maravillosa! Y también lo es su campamento. Gracias a ellos y a Soñar Despierto, se ha creado un campamento espectacular en el que participan unos 30 voluntarios y 60 menores. Son 10 días de plena diversión en los que disfrutan de las actividades organizadas por los monitores, aprenden, fortalecen lazos afectivos con sus compañeros y voluntarios, y, sobre todo, disfrutan del placer de ser niño. ‘Africamp son las primeras veces de ver estrellas fugaces, montar a caballo como un experto jinete, ir en canoa o ir a la fiesta más divertida de colores: Africolors. Africamp es no calcular y caerte de culo y que tu héroe vaya al rescate, pues sabes que pase lo que pase tienes una mano en la que agarrarte’ – Vicky, voluntaria. Y, es que, Africamp es pura magia de principio a fin.